Pero al final salió, y la verdad es que fue una publicación de bastante calidad y muy divertida. Tantos años acumulando material y, al final, conseguimos juntar todo ese caótico material en una revista (que en un principio se pensó que fuera semanal, después mensual y al final anual) de una calidad asombrosa teniendo en cuenta que no somos profesionales. Es una revista digna de ver y divertida. Lo mejor de todo es que desde sus inicios, Alea Jacta Est, ha sido (y lucharé con uñas y dientes para que siga siendo) gratuita.
En este número contaremos con dos módulos (bueno, uno y medio pues por falta de espacio tuvimos que dividirlo, pero podéis ver la segunda parte en el segundo número de Alea Jacta Est), nuestra sección de pifias El Guerrero más Bufón, Personaje, un divertido relato sobre vil traiciones y un par de artículos nada despreciables.